La restauración de edificios históricos supone un gran reto para reformistas e interioristas, no sólo por la responsabilidad a la hora de conservar los elementos de la época, sino también por la integración técnicas y elementos más modernos.
Normalmente se trata de edificios con más de 100 años de antigüedad, lo que supone llevar a cabo reformas singulares que deben ser ejecutadas con especial cuidado.
La dificultad de este tipo de reformas reside en corregir problemas de humedad, filtraciones y grietas. El deterioro de los materiales debido a la corrosión del acero y la pudrición de la madera puede jugar en nuestra contra, así como cambios en la distribución de las salas que afecten a la estructura del edificio.
Rehabilitación de fachadas
Los edificios de valor histórico y cultural cuentan, además, con ciertos límites que deben ser respetados, y que no nos permiten aplicar la libertad a la hora de decorar.
Las fachadas, por ejemplo, al ser la parte más visible, son una de las zonas más limitadas a cambios. Para su conservación, es necesario contar con expertos en rehabilitación de edificios antiguos, así como conocer las normativas vigentes en este tipo de fachadas.
Decoración de edificios antiguos
En su interior, suelos y paredes deben cumplir ciertos requisitos estéticos y sólo emplear técnicas más modernas cuando se trate de embellecer todo su conjunto. La iluminación con Led o la instalación de un sistema de calefacción eficiente, son dos de las acciones más interesantes.
En ambientes clásicos, los radiadores de hierro fundido, radiadores que imitan a los primeros radiadores de época, comienzan a ser un hándicap en este tipo de reformas. Se camuflan en el ambiente y aportan gran belleza al entorno, consiguiendo que edificios que no disponían de calefacción, ahora, puedan disfrutar de estancias más agradables.
El valor de restaurar
El tapizado y restauración de muebles es otro de los puntos a tener en cuenta. Muebles de madera, alfombras tejidas a mano, cuadros, lámparas e incluso, cerámica en suelos o alicatados, pueden ser restaurados para vivir una segunda oportunidad.
Los restauradores utilizan técnicas minuciosas que permiten conservar el diseño original, desafiando al paso del tiempo y haciendo posible que las piezas adquieran un valor incalculable.
Los materiales
Además, a la hora de planificar la reforma de un edificio histórico, es necesario conocer con precisión los materiales utilizados (piedra, mármol, forja, etc.) para que la imagen del edificio no se vea alterada por los cambios.
En la actualidad, existen técnicas de limpieza profesionales para todo tipo de materiales orgánicos. La limpieza de la piedra para eliminar la suciedad de la contaminación en fachadas es quizás, una de las acciones más complicadas. Su uso se aplica en edificio de valor arquitectónico y patrimonial.